La energía del láser CO2 penetra en la piel provocando un daño controlado que va a promover la regeneración de la misma y la formación de colágeno.
El sistema de análisis cutáneo proporciona los valores de tratamiento más adecuados para un tratamiento seguro y eficaz.
El láser CO2 es un dispositivo láser que emite una luz de una longitud de onda de 10.600 nm y cuya diana de impacto es el agua de los tejidos. Su aplicación sobre la piel produce la eliminación instantánea del agua tisular y la fulguración de la zona de impacto.
Es imprescindible conocer la naturaleza de la lesión ayudándonos de la dermatoscopia , para poder eliminarlas con seguridad.
Es el dermatólogo el especialista que debería realizar esta técnica.
PROCEDIMIENTO:
Dependiendo de la lesión, utilizaremos anestesia tópica (en crema), o infiltrada.
La zona quedará con aspecto de “quemadura» unos 7-10 días.
Los cuidados en los días posteriores serán curas con antiséptico y proteger la zona del sol.